"Vaya por esos ratitos" he querido titular esta entrada en honor a mi amigo Galeote cuando sacó uno de los pasodobles de "Los del Puerto II, porque plasmó en tan sólo un minuto y pico, que era lo que duraba el pasodoble, la verdad del chirigotero "persona", es decir, describió a la perfección lo que era un ensayo de cualquier chirigotero de cualquier chirigota cuando después de una jornada de trabajo, una dedicación a la familia... en definitiva, el "vivir" con lo que ello conlleva y lo duro y difícil que resulta no encontrar un obstáculo de cualquier índole, se ampara en "ese ratito" que te hace desconectar de todo, y que cuando acabas y vuelves a la realidad lo haces con una ligera positividad que te hace ver tu vida de otra forma. A mi, como al resto de carnavaleros me imagino, me ocurre eso. Cuando terminas esa horita o el tiempo que cada uno le dedique a ello, sales como se suele decir con las pilas cargadas y aquello que te parecía tan grave, resulta que no lo es o por lo menos lo mengua con una dosis de amistad, "tabaco, vino y cachondeo"... como él, Galeote, también decía.
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