Hará cuestión de un par de años perdí el tiempo dedicando un artículo que lo titulé “Las verdades del Forero” a una serie de gilipuertas que escribían en el Foro Carnavalesco Linense simplemente con la intención de hacer daño. Fue en lineadigital, cuando un servidor colaboraba con este periódico. Ahora quiero dedicar esta entrada, ya en nuestro blog, a los mismos gilipuertas que abogan por la libertad de expresión y no sé si me hace gracia, me da pudor ó me producen indiferencia esos personajes que hacen uso de tal “¿derecho?”, sin saber realmente lo que significa. Queda muy “democrático” a la vez que muy “de ignorante” el decir “hay libertad de expresión” y expresar, valga la redundancia, una opinión sin tener los datos suficientes o peor aún, ofrecerla desde la incultura propia de muchos bocachanclas que sin saber lo que están hablando te arreglan España, el Mundo ó el País, con cuatro parrafadas confeccionadas con un “corta y pega”, por cierto con muchas faltas de ortografía, dejándose llevar por la euforia mema y babosa en un momento determinado; pueda ser una situación de malestar producida por la envidia.
Y ahora dirán “este tío está en contra de la libertad de expresión… valiente fachorro”, pues no. Hay que expresar lo que uno piensa siempre, pero sabiendo cómo se han producido los hechos, dichos o actos de lo que yo voy a atreverme a opinar, sin caer en la mísera descripción de lo que pienso pudiendo meter la pata y darme de frente y en “toa la boca” con mi estupidez.
Hay que opinar, pero con datos…, sin insultos… bueno… si un tío es un gilipollas integral y además acreditado… hay que decirlo, ¿verdad?
Que no se puede opinar sin saber. Que los comentarios efectistas y propios de las masas vagas que no encuentran algo mejor que hacer, pobrecitos ellos, son puras oraciones carentes de sentido, mensaje y crítica, en las cuales se refleja la idiotez innata de los bocazas.
Esta cuarteta para el popurrit del año que viene.
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